jueves, 4 de abril de 2013

EL GOBIERNO MUNICIPAL OURENSANO SE PASA "POR LAS HORCAS CAUDINAS" LAS PROPIAS ORDENANZAS MUNICIPALES.

Las ordenanzas en vigor en materia de ruidos en el Ayuntamiento de Ourense (B.O.P n.139 del 19/06/02) prohíben de forma explícita, en los espacios públicos, según su artículo 11.2 , entre otras cosas, accionar aparatos de radio, televisión, o similares, haciendo mención expresa de las terrazas de hostelería. A pesar de ello cualquier ourensano sabe que en toda la ciudad campan a sus anchas terrazas de hostelería en las cuales se emiten, de forma sistemática y continua, contenidos sonoros, sin que las autoridades competentes parezcan tomar absolutamente ninguna medida al respecto. Puede decirse, por tanto , que están incurriendo en PREVARICACIÓN al no hacer cumplir la ley. Parecen pretender con ello beneficiar los intereses del sector hostelero. Pero siempre que se benefician los intereses de unos, se perjudican los de otros. No hará falta explicar cuales pueden ser esos derechos que se pisotean, porque si la ordenanza está ahí será por algo. La contaminación acústica es mucho más que una molestia menor. Es un atentado a la salud de los ciudadanos. Se ha demostrado que la exposición crónica al ruido produce, entre otras patologías,debilitación del sistema inmune y cáncer. Una "broma marinera". No puede tolerarse que para favorecer meros intereses comerciales de algunos, se incurra en prevaricación pisoteando los derechos de todos. La condición de ciudadano debe primar sobre la de empresario o cliente. Lo cual ya está implícitamente reconocido en la ordenanza, por otra parte. ¿Qué medidas deben tomar los ciudadanos en general, y los directamente afectados en particular, ante esta situación? ¿Llevar el asunto a los Tribunales de Justicia? .Los efectos sobre la salud física y psíquica de la contaminación acústica crónica son bien conocidos (y a ellos hay que añadir otro tipo de efectos como los que se detallan en otro post). El sonido tiene naturaleza FÍSICA, y por tanto esas son situaciones de agresión FÍSICA, con sus consecuencias psicológicas también, naturalmente. Podemos decir que el gobierno municipal deja a los ciudadanos indefensos ante la agresión interesada de algunos. No importa que esa agresión sea un "efecto colateral" de su actividad comercial. Es una AGRESIÓN. Y las ordenanzas lo reconocen, de forma implícita. Los ciudadanos debemos protestar activamente contra esto, en diferentes ámbitos y foros. Y no olvidar pasar la correspondiente factura política, en su momento.